miércoles, 25 de septiembre de 2013

Bittersweet

Hmmm...
Quisiera escribir un poema o quizá un soneto. No sé, tal vez algo con métrica perfecta y todas esas cosas que un poeta sabe hacer y teóricamente que un escritor también.
Pero hoy, no puedo.
Hoy, como casi todos los días, la vida me ha enseñado que no se puede tener todo porque cuando crees que te va a ir bien, en realidad es tu mente la que se propone hacerte creer esas cosas.
Así que bueno...hablemos de mis sentimientos.
No estoy muy segura qué es lo que siento, vamos, no estoy segura ni siquiera de sentir algo. Algunas veces las personas te pegan en donde eres frágil y se agradecería que no lo hicieran, lamentablemente, las personas no piensan.
Digamos que cuando a personas como yo, les pasan cosas como las que me pasan a mi, simplemente creen que la vida tiene algo muy duro que cobrarles, ese es mi caso.
Yo estaba segura, muy segura, de haber pagado ya todas mis deudas de karma, aunque al parecer nunca es suficiente, me gusta pensar en que hay un límite de malas rachas pero la mía ha durado años, años, añooooos! no sé cuando va a parar y no sé sí sólo soy yo, sé que a todos nos puede ir mal pero creo que conmigo el karma ya se ha enseñado demasiado, estoy cansada, muy cansada.
Desearía que todo a mi alrededor colapsara y sólo quedara yo, así al menos sé que estaría más feliz, más tranquila.
A veces, deseo tanto una cosa que lo echo a perder, no sé como lo hago, ni sé tampoco sí es al propósito, de lo que estoy segura es que en los últimos tres años, lo que sea que me proponga se va a la mierda, por más que trato de hacer las cosas bien y...
SOY YO? de verdad? qué tengo? qué me hace falta? qué me sobra? QUÉ? hay algo más que pagar? en dónde se quedó mi felicidad? con quién? en que cama o en qué par de piernas?  Esta vez quería ser feliz, sentía que era el momento indicado y la persona adecuada pero de nuevo por razones que aún no alcanzo a entender, se jodió. ¿Qué salió mal? ¿Qué falló? No puedo parar de preguntarme por qué, siento que soy yo, sin duda. No es casualidad que todo me salga mal, y no es que en realidad yo me ponga en una actitud negativa, es la realidad.
No entiendo que pasa y mucho menos entiendo cuando es que se va a terminar esta mala racha, estoy harta, sólo quiero vivir pero estoy cansada...

domingo, 22 de septiembre de 2013

C'mere

Es probablemente la cosa más patética que he escrito en años, la cosa más sin sentido. 
3 años... y la cuenta sigue avanzando. 
Debería quizá dejar que el reloj siguiera su interminable paso por la vida, pero, en momentos como éste, no es tan fácil. 
Tampoco es tan fácil escribir a alguien que no pertenece a mi vida, a alguien que ha quedado en el pasado desde hace mucho tiempo, es sólo que en días como hoy, las heridas se exponen. No sé en que momento me dejó de doler o lo deje de sentir, en que momento decidí avanzar. No sé, no puedo recordarlo, eramos polos opuestos que, aunque se atraían, se tenían una inmensa aversión el uno del otro; quisimos que fuera diferente, sin embargo, no lo logramos. 
Han pasado tres años y es probable que no sienta nada por esa persona, aunque ha empezado a ser un poco difícil desprenderme de él. 
Querer empezar un libro completamente nuevo y diferente, trae consigo ciertos miedos, ciertas dudas y ciertas ganas de no dejar ir el pasado, que como muchas veces se dice, está detrás de nosotros, son cosas que nunca van a regresar y es mejor que se queden donde están. Lo cierto, es que no es tan fácil agarrar tu valija llena de temores y echártelas al hombro para seguir adelante con tu vida, esperar a que no estorben y puedas dejar fluir todos los sentimientos que llevas dentro, no es fácil porque la maleta es un constante recordatorio de todo lo que has vivido. 
No puedes borrar tu pasado y tampoco puedes evitar el futuro, no puedes cerrarte a la posibilidad de volver a sentir mariposas en el estómago, ansias, emoción y por qué no? quizá hasta amor. El hecho de que esa persona me lastimara tanto, no quiere decir que tengo que seguir tres años más en un libro de recuerdos, quiere decir, que es momento de guardar ese libro en la valija, junto con todos esos miedos que me dejó, para entonces, poder escribir un libro nuevo, poder volver a sentir mariposas en el estómago y por qué no? hasta amor... No quiere decir que mañana mismo encontraré lo que estoy buscando, no. Quiere decir, que al fin después de tres años, me daré la oportunidad de encontrar un personaje nuevo que ocupe el protagonismo en mi próximo libro, porque la vida, es sólo un lugar, un momento lleno de encuentros y desencuentros que no podemos evitar. 

viernes, 13 de septiembre de 2013

Demons

Tengo miedo.
Estoy fría y sola. 
No quiero respirar, no quiero mirarte. 
Tengo miedo de que me rechaces. 
Mis demonios me invaden.
Tengo miedo. 
Mi corazón late con fuerza. 
Mis fuerzas se diezman. 
Tu aliento se aleja. 
Tengo miedo. 
No quiero despertar.
Sólo quiero pensar.
No te vayas.
Tengo miedo. 



martes, 10 de septiembre de 2013

Amargo sabor matutino.

No quiero que me sueltes. Necesito que me sostengas.
Que tus manos, tu piel y tus letras, me embriaguen. Y tus dedos me arañen.
Que tu boca y la mía sean una sola. poema en prosa.
Que seas el autor de mis deseos. Tenue luz filtrada entre mis silencios.
Que seas el verso irrompible de una décima perfecta. Se mi amargo matutino.
Ese agridulce color de mis noches. Amarillo por las tardes y rojo en las madrugadas.
Se eterno, sereno, incorruptible. Se tu y seamos juntos.

lunes, 9 de septiembre de 2013

58kg.

Soy 58kg. de depresiones, cigarrillos nocturnos e insomnio. 
Soy huesos, músculos y sangre. 
Soy dolor, pena y acidez, a veces también soy versos sin rima, prosa sin forma. 
Soy dolores de cabeza y malos pensamientos. 
Soy malas palabras y sueños de invierno. 
Soy colores oscuros y oscuros secretos. 
Soy malos ejemplos y cara bonita. 
Soy café matutino y tres días sin comer. 
Soy coca-cola y lipstick también. 
Soy jeans rotos y converse fuera de moda. 
Soy libros, música y poca historia. 
Soy anhelos y olvidos, pesadez y sombras.
Soy muchos descuidos y acciones muy pocas.
Soy cobarde, fría y muy ruidosa.
Soy pocas sonrisas y mala persona. 

Y no, no pienses que así soy, porque ciertas veces soy peor.

domingo, 1 de septiembre de 2013

We share the same sun

No puedo recordar cuando fue la última vez que esta sensación llego a mi, pero sé que pude mantenerla a raya. 
La última vez yo era todo una experta en los asuntos de las relaciones humanas; hoy no lo soy más. Podría decir que estoy asustada y me siento como una vieja tratando de conquistar a un niño. 
Lo cierto es...no soy una vieja y no tiene tanto tiempo que no me relaciono con alguien, creo, sólo estoy un poco asustada. 
En mí vida, han sucedido tantas cosas como conflictos en el mundo; tantas catástrofes como árboles caídos y tantos desamores como humanos muertos. No me lamento de nada de lo anterior, pues han sido experiencias ciertamente reconfortantes. 
Sin embargo, en esta búsqueda de encuentros y desencuentros, por estos días me he topado con algo inesperado. Bien dicen que: Las mejores cosas se hacen esperar, y supongo, esto no me lo esperaba. 
Tratar de describir la oleada de sensaciones prácticamente olvidadas, sería como tratar de describir un terremoto en Marte, así que sin darle más vueltas al asunto estoy en medio de algo turbulento, algo desprevenido y desconocido; no tiene solución y no sé pararlo, probablemente sea porque estoy un poco oxidada en el asunto o es quizá que mi subconsciente no quiere detenerlo. Pero yo sí, estoy la etapa de no saber sí esto es lo que espera o sólo es la necesidad de llenar un espacio vacío. 
No sé...de lo único que estoy segura es: Compartimos el mismo sol. 

miércoles, 26 de junio de 2013

Falling away with you

Y lo desperdiciamos todo, dejamos ir todo lo que eramos. 
No sé si valga la pena arrepentirse, no sé que tan bueno o malo sea ver de lejos el fondo. 
Ya no puedo sentirme mal por lo que hay alrededor, no puedo sentir la culpa en mis manos de todos esos momentos que acabaron con mi felicidad, no puedo sentirlos. 
No puedo volver caer, ahora tengo de quien sostenerme. 
En algún momento supe lo que era tocar el fondo y lo que hay debajo de él, supe lo que fue llorar sangre y agua, supe que si no encuentras salida eres un perdedor. 
No volveré a cometer los mismos errores, no volveré a sentirme menos de lo que fui. No soy esa persona, esa persona cayó, profundo, lejos e inexplicablemente se murió en el fondo, en la miseria
Los recuerdos que quedan están guardados en lo más oscuro y recóndito de mi alma, de ese ser maldito que pedía a gritos la muerte. 
No hay buenos momentos, ni buenas intenciones, solo el dolor abarca esa época, la oscuridad opaca todo, ese abrumador dolor de los extensos días, pesadillas y polvo. Debería dejarlo ir, pero en noches de absurda soledad, los monstruos debajo de la cama salen para agitar aquellos momentos en los que la luz había perdido el sentido.
He dejado todo lo que fui, lo he olvidado. El estómago vacío y las manos frías también, los huesos marcados y la garganta destrozada, son cosas a las que no quiero volver, aunque la voluntad es débil y no entiende de razones, no negocia contigo, te acaba. Te consume de pies a cabeza, te consume la cabeza, no puedes pensar y eso, eso es lo único que me ata al pasado, a los monstruos de pesadilla, es lo único que me ata conmigo y no quiero porque ya no quiero caer más contigo.


domingo, 2 de junio de 2013

Puntos suspensivos

El tiempo es eso que pasa mientras...
De un tiempo para acá tengo la necesidad de terminar con esto, con esta vida, estas ansias, esto...pero no puedo. 
No puedo recaer, ni puedo volver a perder el camino. De un tiempo para acá solo necesito dejar de estar, olvidarme de todo.
La constante duda de saber si algún día dejaré de desear otra cosa, otro cuerpo, otra vida, es sin duda, lo que me atormenta; lo que hace que me levante cada día, lo que me invita a dejar esos puntos suspensivos.
A veces quiero solo poner punto final pero el no saber que pasará mañana, no me deja. Quiero saber. Lo necesito. 
Tengo la necesidad imperiosa de sentirme bien con esto, con el tiempo, con mi cuerpo, con mi vida. Tengo la necesidad pero no puedo tomar el control, siempre lo he de perder. Es por eso que los puntos suspensivos son, sin duda, lo único que no he podido borrar, tampoco he borrado mis demonios, solo los mantengo guardados.
Quiero ser feliz, sin puntos suspensivos, quiero ser pasajera, oscura, luminosa, plana y profunda a la vez, todo junto. Como una mezcla perfecta de demonios, errores y buenas intenciones, quiero ser simplemente mi punto final. Quiero que cuando me vea en el espejo, esa mancha borrosa y nula, vea solo un reflejo casi tan igual como el que ven los demás, ser como se supone que debería ser. Sin puntos suspensivos, sin que nadie y nada esperen algo de mi, quiero ser el punto final de los tres últimos puntos que siempre han de estar asechandome tras cada decisión que tomo. Debería ser mi punto final pero esos no existen, al menos no para mí. No hay puntos finales porque no hay finales felices, y el final que quiero para mí, por más que lo busque, no estará por ningún lugar porque esos puntos finales solo son para las personas que sabemos no van a cambiar, no importa lo que pase, solo no dejarán que nadie los cambien pero para alguien como yo, volátil y violenta solo existen los tres puntos desesperantes del no sabré que pasará mañana pero al menos sé que tocar el fondo te da una razón para no querer un punto final.

lunes, 27 de mayo de 2013

My body's a zombie for you

Suele pasar que ese ser frío en el espejo, siente. 
Suele darse cuenta que la vida muchas veces es peor de lo que parece. 
Pero no está llorando y no sé está quejando porque al final del camino lo único que está pasando es LA VIDA.
Uno simplemente no puede dejar atrás a los demonios, ellos en algún momento te alcanzan. Esta vez, no dialogarán, ni te pasarán la cuenta que les debes, ellos simplemente te harán pedazos. 
Es entonces cuando este cuerpo frío que es alcanzado por sus demonios, toca, de nuevo, el fondo. Ese que creyó extinto, ese que alguna vez lo hizo ver la cruda realidad, ese, ese mismo está aquí. 
Pero ahora el frío del espejo ya no tiene miedo, porque ya sabe lo que siente ser el demonio. No le tiene miedo al pasado porque ese ya ha sido cobrado, por eso no huye. 
Mi cuerpo es un zombie, uno que siente y tiene ganas de volver a tener un cuerpo caliente. Quiere sentir de nuevo una ráfaga de esperanza, algo que le de "eso". Necesita dejar al zombie pero este es más fuerte. 
Mi cuerpo sólo necesita...necesita.

lunes, 1 de abril de 2013

Butterflies and Hurricanes

En un día normal me preguntaría: ¿A que hora dejo de respirar?

Pero hoy, lamentablemente no es un día normal, no soy yo, ni eres tu, ni son tus pensamientos...
Hoy hemos decidido que la segunda personalidad te domine, te ahogue. Que las mariposas se conviertan en cuervos; los cuervos en tormentas y las tormentas en huracanes, porque todos lo traemos dentro. 

No todos los cambios son grandes, ni los pensamientos pequeños. No toda la muerte es fácil, ni la vida dificil...así como las mariposas y los huracanes que se juntan, como yo. Como todos. 

No es que pensemos invariablemente en el dolor causado por aquel recuerdo doloroso o en esa persona que habitaba en nosotros cuando estaba sucediendo, ni tampoco es que seamos otros.

Es esa segunda persona dentro de nosotros mismos, la que hoy nos susurra, hoy nos dice, nos consume, nos azota, es ella quien al despertar se refleja en el espejo como un demonio expectante a los vagos recuerdos rotos, es ella quien está ahi. 

Porque todos tenemos otra persona, esa que te habla en las noches en vela, la que al final de hacer algo malo, te felicita por el trabajo; todos la tenemos, yo la tengo. 

En mi caso es más grave porque esa persona está creciendo a cada día, cada hora, cada minuto y segundo que respiro, esa persona que los quiere matar a todos por despecho, esa que te mataría a tí solo por placer.

Pero yo le pongo freno, ese demonio interno no siempre puede andar suelto, no siempre puede llorarte en el oido cuando estas dormido; no siempre puede pasearse desnudo frente a los ojos de lo niños. Ese demonio que me tiene amarrada hoy a su merced, es al que le tengo miedo, al que todos deberiamos temerle, porque hasta tu lo tienes.

Es tu conciencia comiendote los sesos de madrugada, es esta maldita enfermedad que no se contagia, no se pega, sólo se critica y se castiga...así es, así soy, así somos...

viernes, 15 de marzo de 2013

The Passanger

Prometo quedarme si no me matas...
Me siento como pasajera, como en esa canción me siento.
Un pasajero entre las personas que me rodean, aún no entiendo porque me rodean. 
"Me siento oscura y luminosa, provicinciana y newyorka, violada y violadora. Traigo un motor adentro y tengo ganas de utilizarlo para estrellarme contra la pared" Xavier Velasco. Diablo Guardian
No sé que es lo que estoy  haciendo al escribir esto, de nuevo el mismo doloroso camino de no saber  por qué lo hago, es que simplemente me sale, es talento natural. 
Por eso soy una pasajera, porque no tengo lugar en ningún lado, todos lo saben y por eso mismo es que nadie me hace parte de su vida. Es normal.
Esta nota, es probable que suene deprimente, pero no estoy deprimida, siemplemente SOY UN PASAJERO. 
Entre mis letras estoy bien y es ahora que no le escribo a nadie cuando solo lleno mis expectativas. Escribo para mí, para que sean mis metáforas las que me ahogan, no las terribles exigencias de la sociedad. 
No quiero cumplir con nadie, tampoco cumplir conmigo, quiero ser un pasajero que aparece y desaparece con el tiempo, ese tipo de pasajeros a los que no se les exige nada, solo VIVIR.
Ahí está la parte más dificl. Vivir. Saber que estas viviendo sin consumirte, yo no vivo, yo viajo. Sigo conduciendo hacia nada en concreto pero conduzco. 
"Pronto serás una mujer"esas palabras son dagas, ¿una mujer? Siempre lo he sido, creo, aunque no cumpla con las expectativas de feminismo, ni estupidez, lo soy. 
"Busca un novio" Otra más que me cansa. Nadie podría entender nunca porque los pasajeros estamos solos, somos como los amorosos, Solos y locos, igual que los pasajeros, porque nosotros viajamos solos, no hemos de arrastrar a nadie a nuestra desgracia, solo es nuestra y nadie tiene derecho a disfrutarla. Los pasajeros viajamos y vivimos, desaparecemos. Morimos, lenta y dolorosamente, con una enferemdad incurable, LA VIDA.
 

martes, 26 de febrero de 2013

Los tercetos de mi vida.

Probablemente cuando empecé  a escribir tenía miedo... aun ahora sigue ahí.
No creo ser la mejor poeta pero dicen que el ritmo es la vida.
No son tercetos, es la vida que toco.

¿Cómo saber que lo he superado? ¿Cómo saber que no enloquezco? Eres tú o soy nadie. 

¿Cómo se sabe que se ha ganado? ¿Es que aun sigo viviendo?
La vida, así sigue su paso, entre medicamentos, cigarros y alcohol, nada ha cambiado.

Han pasado años, en los que me he rehabilitado, he empeorado y probablemente hasta enloquecido...enloquecer es parte de la vida. Yo como escritora, estoy más propensa a perder la cabeza.
Y es que cuando tus mejores amigos son la poesia, la música y los cigarillos, no se tiene esperanza. 

Uno se pierde y ya, entre las muchas palabras de los libros, la dolorosa poesia y la tan inexplicable prosa, uno no sabe hacia donde va. No sé cómo describirme después de tantos años de anguistia acumulada, dolor implacable y asencia presente. 

Se sabe además que las personas sanas, no le tienen miedo a nada y yo no confio ni en mi sombra. 
Le tengo a miedo a todo, son las terribles consecuencias de una adolescencia prematura mal vivida, drogas, sexo, alcohol y cigarros. No soy el ejemplo a seguir. No tengo nada.

Esto definitivamente no tiene ritmo y metro por lo que leo, sólo me tiene a mí, en las más sinceras palabras de locura y olvido, Soy yo en palabras adornadas y de fácil entendimiento al lector, que por supuesto no tiene un interes neto en mi vida personal y a decir verdad, eso no importa.

Me gusta escribir sobre mí nada sobresaliente vida, llena de desencanto y dolor agudo en cada palabra y poema escrito, he de conceder que no soy muy amena para la escritura personal, soy anacronica y aburrida, fea y desencantada, no pretenderé ser otra cosa.

Aquí es lo que hay, soy como el personaje de un libro viejo de aventuras modernas, no es que sea importante pero asi me siento, como dentro de la novela que estoy escribiendo. ¿En dónde está mi final feliz? Para mí no hay, no existe. 

Sería terriblemente pretencioso escribir sobre una felicidad fallida con señales de exitosa ¿Eso se puede? 
Creo que no, hay cosas en las que uno no puede mentir, aunque se quiera con ganas, no es correcto. 
Eso exactamente es lo que pasa aquí.

He dejado las mascaras de lado, para dar paso a esto... que no tiene nada. 
Han pasado años pero no se puede seguir adelante con los problemas encima,
Quiero dejarlos ir pero no sé como, ellos me consumen como la cocaina, tres veces al dia.

No es la mejor analogía, pero es cierta. 
No soy adictiva pero si radioactiva, Me siento como una bomba de tiempo.
Siento que he ido muriendo.

Lento, profundo, abnegado.
Ausente, doliente a cada paso.
A cada extremo, me muero.


He de dejar ir esto... pero llevara tiempo.